Los niños y sus manías

Conforme nuestros hijos van creciendo estas manías que en principio parecían dulces e inocentes como: agarrar la orejita para dormir (es...


Conforme nuestros hijos van creciendo estas manías que en principio parecían dulces e inocentes como: agarrar la orejita para dormir (esa la hacía yo), chuparse el dedito, lo cual es casi típico en la mayoría de los pequeñines tienen su razón especial para quien las realiza; esa conducta que se vuelve casi como un ritual para ellos  ya sea por que les trasmite tranquilidad o les ayuda a aliviar alguna tensión son transitorias en la mayoría de los casos.

Digo en la mayoría ya que o bien desaparecen o siguen en aumento, como cuando vemos algo que nos funciona y lo seguimos haciendo hasta que alguien (adulto responsable=mamá, papá) decida encaminar, modificar o empeorar ese comportamiento.
Las más comunes son:
  • Cortar la etiqueta de las prendas
  • Mover los pies al dormir
  • Usar la misma taza para tomar la leche
  • No dormir sin el osito
  • Hurgarse la nariz
  • Chuparse el dedo
  • Morderse las uñas


Ya les había contado acerca de las manías de mis chicos en este post, cada uno con su peculiaridad, lo cierto es que suelen desaparecer mientras crecen, muchas de esas veces somos nosotros mismos los que las propiciamos; recuerdo aquella vez que mi primer hijo no podía dormir y vimos que funcionaba darle la orejita para que se calme, desde aquel día se volvió un ritual, lograr erradicarla costó un tiempo que al final lo sustituimos por otra: coger la mano en vez de tocar la oreja.
Lo mejor es afrontarlas con cariño y paciencia, en algunos casos pasará con el tiempo y en otros podemos ayudarlos a sustituirlas por comportamientos alternativos positivos.


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