Estos días mi familia a sufrido una pérdida entrañable, la mas cercana diría yo; aunque me encuentre lejos de ellos, es inevitable no compartir el dolor y remontarme a los recuerdos vividos; entonces, de pronto me escuchan conversando con los míos, preguntando cómo va todo por allá, quizás sintiendome acongojada por el suceso, y las preguntas, a esta edad en la que #mischicos como suelo llamarlos ya están mucho mas ávidos y curiosos, no dejan de aparecer, el momento antes de dormir, en la cama cuando ya están acostados es propicio para iniciar con las dudas; fue ahí cuando me dijeron: Mamá y tú también te vas a morir??

Hablar de la muerte no debe ser un tabú, no debe ocultarse, mas es inevitable no sentir esa sensación que nos embarga (sobre todo a nosotras las mamás) de saber que podemos dejarlos en cualquier momento y que tendrán que asumir y aprender a sobrellevar nuestra ausencia física, que será eterna.

Fue entonces, que se me hizo un nudo en la garganta, #confieso muy dentro mío que hubiera querido decirles que no, que eso no iba a pasar nunca, que siempre estaría a sus lado, darles un beso en la frente y dormir, solo para pasar el momento; pero preferí decirles la verdad; que probablemente si iba a llegar ese día en que mami ya no esté con ellos (y las preguntas no dejaban de aparecer) Cuándo mami? ahora? o cuando seas viejita? la verdad también hubiera querido decirles que cuando este muy viejita y haya podido ver y gozarlos mas de la cuenta, y entonces también les hablé con la verdad, esa que muchas veces nos cuesta asumir; les dije que uno nunca sabe cuando puede pasar, que puede ser ahora, como cuando sea viejita, pero que en estos momentos estábamos todos juntos y que debíamos de disfrutar eso.

Al parecer la curiosidad quedó satisfecha, solo por el momento, les di un beso en la frente pensando en aquella conversación y también en lo que dije al final, disfrutar cada día juntos, que por ahora es lo mas importante.

Y tú pasaste por alguna situación así?