Aventura en Lunahuaná

No hay nada como darse un buen tiempo para una misma (eso no entrará nunca en discusión) siempre es bueno desestresarse de vez en cuando,...

No hay nada como darse un buen tiempo para una misma (eso no entrará nunca en discusión) siempre es bueno desestresarse de vez en cuando, respirar aire fresco, conocer nuevos lugares y que mejor en compañía de tus amigas de la infancia.

No quería dejar de compartirles un poco de lo que fue mi día en Lunahuaná, sé que para las que tienen niños pequeños aún puede resultar un poco imposible, pero yo con mis dos chicos ya un poco grandes y con papá de la mano pude darme este full day, atreverme a hacer cosas que ni pensaba y relajarme como se debe, después de todo una vez al año no hace daño verdad.

Para todas las que me siguen en snapchat, sabrán que esa escapada fue algo que lo habìamos planificado con toda mi promo del colegio (no digo el año que somos que luego todas me matan jaaaa) decidimos hacer nuestro reencuetro fuera de los salones, fuera de los almuerzos, cenas y claro fuera de Iquitos, ya que estuvimos en su mayoría las que vivimos en Lima.


Para ello contratamos a la empresa Servicios Turìsticos South Pacific Travel SAC-Perù, quienes fueron los encargados de llevarnos desde Lima hasta Lunahuaná y hacernos todo el paquete turístico que escogimos con anticipación; debo decir que el servicio a sido fenomenal, nuestro guía Arnold se comportó de lo mejor, súper atento y siempre pendiente de todas esas mujeres alborotadas con las hormonas a mil.

Y hago hincampié en Arnold (pueden preguntar por su servicio si deciden contratar algún paquete), porque yo precisamente ese día no me encontraba muy bien, y estuve casi todo el camino un poco indispuesta, él siempre estuvo pendiente de cada una de nosotras, gracias Arnold :)

Ahora sí les muestro un poco de lo que hicimos y nos atrevimos a disfrutar, a ver si se animan y arman un grupo para que la pasen bonito.


Nuestra primera parada fue en el muelle de Cerro Azul, donde estiramos un poco las piernas, el recorrido no es tan lejos y de paso aprovechamos en hacernos las primeras tomas de rigor.


Aquí están las valientes, yo como siempre atenta al móvil para captar las instantáneas.

La siguiente parada fue hacer Canopy, que es un deporte de aventura cuyo objetivo es realizar una experiencia ecológica deslizándose de un extremo a otro mediante cables y un equipo de seguridad pudiendo sentir la sensación de volarrrr; déjenme decirles que una vez montada no sientes nada, ni revoltones en el estómago (yo pensé que vomitaría) ni nada, llegas en un abrir y cerrar de ojos que la regresada (si, es ida y vuelta) ya la disfrutas mucho mas, yo lo volvería a hacer.


Luego hicimos canotaje, el recorrido duró casi 1.30 hr. y como vas tan atenta a remar, seguir las indicaciones del guía y disfrutar del paisaje no sientes la hora. Esta época de noviembre el río no está a tope, es en la temporada de verano: enero, febrero, marzo que hay mas caudal y se pone mejor; para mi estuvo bien, incluso hay quienes llevan a sus niños desde los 3 años de edad, aunque particularmente me parecen un poco pequeños considero que ya cada quien lo decida, imagino que podría gozar con ellos ya un poco mas grandes.

Aquí estoy con mis amigas de todas la vida.

Finalmente hicimos cuatrimotro, éramos 13 chicas y todas íbamos en fila india, algunas mas avezadas (como yo jaaaa) pasando a las demás, pero todas nos divertimos muchísimo. 

Luego nos dió la hora de almorzar, la mayoría degustó los camarones típicos de la zona, ya mas tranquilas terminamos dando un paseo por la zona de apicultura y el viñedo del pueblo. Regresamos muertas en verdad, casi a las 10 de noche caí rendida, mis chicos los 3 ya estaban durmiendo.

Sin duda es un súper plan que recomiendo para pasarla en grupo con amigos o familia, tienen que hacerlo alguna vez, de aquí me espera mi reencuentro en mi Iquitos querido en diciembre como tiene que ser con la mayor´´ia de las chicas y obvio que estaré ahí :)

Ya me cuentan, un beso.

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