Desde la primera vez que vi un mandala, quedé casi hipnotizada, fue como una atracción; no había visto ni oído hablar de esas figuras (o quizás no me percaté)  hasta que experimenté el gozo y la paz interior al pintarlas.

Siempre estuvieron presente en forma de figuras geométricas que representan las características más importantes del universo, como si el todo te envolviera y te sumergiera dentro. 

La palabra mandala significa círculo y el objetivo principal es concentrar toda tu energía mientras la pintas en un solo punto.

Para descubrir el poder en nuestros niños, decidí obsequiarles a los míos un par de libros llenos de mandalas, al comienzo se sorprendieron por la peculiaridad de las figuras, no eran los dibujos favoritos de súper héroes o los paisajes que solemos ver, dibujar y pintar; fue ésta diferencia lo que los atrajo y las recibieron con agrado, después de todo parar un poco y bajar las revoluciones en ésta vida es lo que todos necesitamos.




Aquí te dejo algunos de sus beneficios tanto en niños como en adultos, la sola actividad de colorearlas pone en funcionamiento la vista, el tacto, define el trazo, la disposición en ese momento de elegir los colores entre otros nos ayuda a:

Puedes bajar diferentes mandalas por internet o encontrar los libros que usé en cualquier Wong del Perú.

Relájate y disfruta de ese momento junto a tu hijo coloreando mandalas; tu lado espiritual y creativo aflorará y te lo agradecerá.