Sobre cómo viajar en avión con niños y sobrevivir a las miradas de los no padres

El otro día leí un tweet de una españolísima de la farándula (persona a quien por supuesto sigo) ya que me agrada el espíritu irreverente y...

El otro día leí un tweet de una españolísima de la farándula (persona a quien por supuesto sigo) ya que me agrada el espíritu irreverente y directo que suelen tenerlo, parecía que venía de regreso a Perú, la noté un poco cabreada (enojada) a mi parecer muy inocente dijo algo similar a: "por que los padres no educan a sus hijos a comportarse en el avión?"  por lo que misma madre aludida decidí hacerle una sola pregunta: No tienes hijos cierto? (pregunta que por supuesto jamás me respondió) rsrsrsrsr uno siempre escribe deseando que le den bolilla hahaha, ese comentario me dejó pensando y pensando, efectivamente tengo entendido que aún no tiene la dicha de ser madre y creo que como muchas de mis amigas solteras tienen otra visión de la vida (y de los hijos) que cambia automáticamente cuando te conviertes en mamá de uno de ellos.
Si, tu chip sufre un colapso a tal punto que todas las cosas, tips, artilugios que te propusiste hacer con ellos en algún momento puede que no funcionen, más lo importante no consiste en dejar de hacerlo, sino más bien persistir en ellos siempre que se trate de corregir y/o enseñar, puede que el método que empleas no llegue a ser el adecuado, entonces debes probar algo diferente que vaya con tu pequeño pero nunca tirar la toalla, es como cuando luchas con el momento de la hora de dormir, dejar la teta, el primer día en la guardería, en fin.
Yo, que suelo volar un par de veces con los chicos y sufrir en carne propia el temor anticipado de no poder controlarlos en ese par de horas arriba (por suerte ahora están un poquitín más grandes - el último tiene 2 años) no es que se sienten y no se muevan pero cargo todas las hojas, colores y distracciones para entretenerlos y aún así se las ingenian para salir del cinturón, ir al baño a la vez y explorar por el pasillo, aunque aún recuerdo cuando eran pequeños y no dejaban de llorar; puede que la experiencia de viajar sea como ninguna pero también debemos tener un poco de paciencia y comprensión con los demás, especialmente con los padres.
Justo hoy leí el post de The Matt Walsh Blog "Dear parents you need to control your kids, sincerely non parents" (si, está en inglés, sorry) nos cuenta que se encontró en un super mercado con este tipo de personas, que se escudan en palabras (las cuales probablemente llegan a tus oídos) al hacer comentarios parecidos al que leí en el tweet y algunas veces a pasado que te sientes la peor madre del universo por no saber aplacar el llanto, berrinche, incomodidad de tu pequeño especialmente en un lugar público, por que sí, ellos escogen el lugar perfecto para poner a prueba nuestra paciencia.
Si estás interesada en el post en español, te lo dejo para que le des una chequeada, es un poco extenso pero vale la pena leerlo, no nos avergonzemos, todos pasamos por esto y los chicos crecen y deben crecer sabiendo como dice Matt que tú puedes ser: una mamá ninja  tranquila y equilibrada pero severa y siempre al mando de todo.
Y ustedes han pasado por algo similar alguna vez?
Aquí el post de Matt traducido :)
"Queridos padres, necesitan controlar a sus hijos. Con cariño, los no-padres"

Al fan que perdí ayer:

No te debo una explicación, pero creo que debo ofrecerla de todos modos. Lo hago más por ti que por mí. Verás, tal ve...
z, como lo sugeriste luego, yo estaba de mal humor. Tal vez pude haber sido un poco más educado. Tal vez soy más sensible a eso ahora que tengo hijos. Tal vez estoy harto de escuchar estos comentarios acerca de los padres. Puede que sepa que mi esposa tenga que llevar a los gemelos con ella cuando va de compras, así que fácilmente ella podría estar en el extremo receptor de tu intimidación. Tal vez lo tomé personalmente.

En cualquier caso, ahí estaba yo, caminando por los pasillos de la tienda buscando los ingredientes para una receta de chile que quería probar. Oí al niño gritando a la distancia; toda la tienda lo oyó. Era un berrinche, una pataleta, un arranque — ocurre. Los niños pequeños son notorios por perder la calma en los momentos más inoportunos. A nadie le gusta oírlo, pero sucede. Estás haciendo mandados con tu pequeñín, todo está bien y de repente entra en modo caniche rabioso. Es humillante y agotador emocionalmente, pero ¿qué se puede hacer? ¿Sacar un acuario enorme a prueba de sonido y meter ahí a tu hijo para que nadie pueda oírlo chillar? Esa es una posibilidad, pero la logística no siempre funciona. Un poco más realista, la tribuna probablemente espera que dejes todas tus compras e inmediatamente corras al estacionamiento con el fin de salvarlos de tener que lidiar con el espectáculo. Pero no siempre es así de simple; tal vez no tienes tiempo para concluir toda la operación solo porque Billy entró en trompo.

No era tan fácil para la madre de este niño. Finalmente me encontré con ella en el pasillo de frijoles. Ella tenía un carro lleno de comida, un niño sentado en él y otro caminando a su lado. Bueno, él no estaba realmente caminando sino más bien convulsionando y golpeando como si hubiera inventado una danza interpretativa bizarra y muy enojada. Él estaba molesto por algo, de lo que deduzco tenía que ver con un cierto tipo de cereal que deseaba adquirir y que su madre se negaba a comprar. Sentí su dolor, pobre niño. Mi mamá nunca me compró cereales azucarados tampoco — "caramelos de desayuno", los llamaba. Ella solía comprar cereal Cheerios — "cartulina de desayuno", lo llamaba yo.

Sentí el dolor de la mujer aún más. Ella podría sobornar a su hijo para que se calle, pero ella se mantenía firme. Bien por ella, pensé. Claro, si ella accediese a sus demandas, mi experiencia de compra de frijoles sería un poco más placentera, pero yo la estaba apoyando de todas formas. No todo el mundo sentía lo mismo, al parecer.

Te conocí unos minutos antes. Me dijiste que eras un fan. Hablamos por un momento, parecías bastante agradable. Luego nos cruzamos otra vez allí por los frijoles y el niño gritando. Supongo que pensabas que éramos amigos, que podías confiarme tus pensamientos más profundos. Tú miraste hacia la madre y el niño, luego a mí, rodaste los ojos y dijiste en voz alta: "hombre, algunas personas necesitan aprender a controlar sus p***** hijos." La señora definitivamente podía escucharte, pero supongo que ésa era tu intención. Tenías la expresión como si estuvieras esperando un cinco. "Sí, amigo, dame esos cinco, pusiste en su sitio a esa joven madre y a su hijo de tres años! Lindo!" ¿Así pensaste que respondería? ¿Qué es lo que te hizo pensar que reaccionaría de esa forma? Eres el segundo extraño en los últimos meses que me dice algo sobre una madre con un niño pequeño haciendo berrinche.

Sí, no respondí como esperabas. En cambio, te ofrecí una sugerencia útil: "hombre, algunas personas necesitan aprender a cerrar sus bocas, cuidar su lenguaje y ocuparse de sus asuntos". Me miraste como herido en tus sentimientos y luego murmuraste algunas palabras— como suelen hacer los cobardes— y te alejaste. Más tarde ese día me enviaste un email, amenazando con decirle a mis oyentes que yo soy "abusivo" y "basura". Bueno, ahora estoy a un paso por delante. Ahora, todo el mundo conoce mi vergonzoso "abuso". Que ellos decidan quién es el matón: quien vulgarmente insulta a una mujer mientras ella está tratando con un niño difícil, o el tipo que dice al que insultó a la mujer que se calle y desaparezca?

Luego que te fuiste, la cosa empeoró cuando el niño tropezó con un estante y un montón de cosas cayeron al suelo. Empecé a ayudar a recogerlo todo, pero ella me dijo que quería que su hijo lo hiciera porque él fue quien hizo el desastre. Touché, señora. Bien jugado. Mucha gente hubiera cedido a la presión de tener al enano vuelto loco en el pasillo 7, mientras todo el mundo se detiene para ver, pero esta señora se quedó fría y serena. Fue una actuación inspiradora, y qué mal que no entendiste nada porque tu débil mente sólo puede calcular la ecuación de esta manera: niño se porta mal = mal padre.

No soy matemático, pero ese cálculo no tiene sentido. Un chico loco en una tienda de comestibles no indica la calidad de sus padres más que un hombre que sufra neumonía después de pasar seis horas desnudo en la nieve indica la calidad de su médico. Las tiendas de comestibles están diseñadas para provocar berrinches. Toda esa comida azucarada, el brillante empaquetado, los juguetes, los dulces, es un campo minado. La pataleta ocasional es inevitable, la verdadera prueba es cómo lidias con ésta. Esta madre lo manejó como una profesional. Ella era una mamá-ninja; tranquila y equilibrada, pero severa y al mando.

Mira, creo que hay dos tipos de personas que se burlan y critican a los padres cuyos hijos hacen rabietas en público. El primero es — de lo que he asumido basado en tu edad (19? 20, tal vez?) y lo que dijiste en tu correo electrónico— tu tipo: no-padre que piensa que, si alguna vez tiene hijos, descubrirá la fórmula secreta que evitará que su hipotético hijo o hija llore delante de otras personas. Luego ellos escudriñarán y castigarán a los padres reales por no tener esta fórmula falsa, imaginaria, imposible, inexistente. Este tipo de no-padres no se da cuenta que a menos que planeen hacer uso de un bozal y una camisa de fuerza, no hay nada pueden hacer para que los niños sean a prueba de berrinches.

OK. No-padres ignorantes, que no saben lo que hablan, imponiendo normas ridículas sobre padres reales porque les hace sentirse superior. Lo entiendo. No me gusta, pero lo entiendo. Tan malos como ustedes sean, no son nada en comparación con el segundo tipo: padres reales con hijos que juzgan a otros padres, como si nunca hubieran estado en esa misma situación. Un anciano se quejó conmigo de los bebés que lloran durante la misa. Él dijo: "cuando nuestros hijos eran bebés, no tenías este problema." Interesante. Al parecer los bebés no lloraban en los años 50. El asunto de "bebé llora" es una nueva moda, al parecer. Estas personas que tuvieron hijos hace tiempo parecen tener una memoria selectiva cuando se trata de sus propios días de crianza de niños pequeños. También tienden a descartar el hecho que la crianza moderna presenta desafíos únicos, algunos de los cuales no existían hace varias décadas. Siempre me gusta la gente mayor que pontifica sobre cómo sus hijos no estaban "adheridos a la electrónica" como los niños en la actualidad. Probablemente sea cierto, pero principalmente porque, bueno, no tenías electrónica. Tenías una tostadora y un televisor blanco y negro con 2 canales, los cuales eran bastante fáciles de regular. Pero, claro, felicidades por no dejar que tus hijos usen cosas que no existen. En esa nota, tengo una estricta política anti "máquinas del tiempo ni tablas hover" en mi casa. Se cumple rigurosamente. Estoy pensando en escribir un libro para padres: "Cómo a detener su niño de convertirse en dependientes sobre tecnología que no es inventado todavía".

De todos modos, escucha, no creo que tú, de todas las personas, debería decirle a otros lo que "necesitan saber". Si te hubieras callado y prestado atención, te hubieras dado cuenta que pudiste haber aprendido mucho de madres como la que nos encontramos ayer. Sé que tengo mucho y mucho que aprender como padre joven, por eso siempre estoy preparado para que los padres más experimentados me enseñen una cosa o dos, incluso si ellos no saben que lo están haciendo. Ser padre es la cosa más fácil del mundo sobre la cual tener una opinión pero es lo más difícil de hacer en el mundo. No deberías juzgar a los padres cuando tú no eres uno, por la misma razón que no te sientas a acosar a un arquitecto mientras elabora el plan para un nuevo rascacielos. Sé que los edificios generalmente no se deberían caer, pero no tengo la menor idea de cómo diseñar uno, así que sólo conservaré mis opiniones sin valor arquitectónico para mí mismo.

Esa es una estrategia que podrías considerar adoptar.

En cualquier caso, un placer conocerte.

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